El estreno español de este fin de semana es el debut en el largometraje de Gustavo Salmerón, actor que despuntó en los años noventa en títulos como "Mensaka" o "Asfalto" pero que no acabó de triunfar u obtener prestigio. En 2001 realizó el cortometraje "Desaliñada" por el que ganó el Goya mejor corto de ficción, ha tardado años en hacer otra película pero el resultado ha valido la pena. Julita, la madre, ha cumplido casi todos sus sueños de tener una familia numerosa, un mono y un castillo, y ahora sufre los efectos de la crisis económica, sin dinero para poder mantener el imponente inmueble, y a base de iniciativa y tacto logra mantener a la familia a flote. La película comienza cuando una vértebra de un familiar, custodiada durante décadas por el clan, desaparece. Todos intentarán recuperarla entre la multitud de extraños objetos que ha recopilado la matriarca durante su vida. Este es un gran documental y también una estupenda comedia en que Gustavo Salmerón filma a su madre, la señora Julita, y ambos hacen un retrato de la vida de una mujer particular, graciosa y luchadora. El film es una propuesta que respira sinceridad, es un poco disparatada, sorprendente y la figura de la madre engancha al espectador. Esta película recuerda a la también notable ópera prima de un actor, Paco León, que describió con mezcla de ficción y realidad a su propia madre en "Carmina o revienta". La que nos ocupa ya destacó con el premio a mejor documental en el festival de Karlovy Vary, también fue premiado en el Hampton film festival y es candidato a los premios Feroz como mejor comedia y a los Goya como mejor documental, categoría esta última por la que tiene bastantes opciones a ganar. Uno de los mejores films españoles que podemos ver en salas que no debería pasar desapercibido ante estrenos potentes y comerciales.
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