Uno de los estrenos franceses de la semana pasada está dirigido por el actor y director Guillaume Canet, responsable de títulos como "No se lo digas a nadie" y "Pequeñas mentiras sin importancia". La vida del actor y premiado director de cine Guillaume Canet no puede ser mejor. Tiene todo lo que un hombre puede desear: éxito profesional, dinero y una mujer espectacular (Marion Cotillard) con la que comparte un hijo. Pero un día la joven y bella co-protagonista de una película que está filmando le dice que ya no es "rock’ n ‘roll", que es un carroza y ha descendido dramáticamente en la lista de los actores más deseados. La afirmación supone un durísimo golpe para el orgullo de Canet. El estilo de vida hogareño que lleva junto a su mujer y su hijo, sus caballos y la casa de campo hacen de él una persona convencional y sin ex-appeal. Con la intención de corregirlo y sin perder ni un minuto más, decide ponerse manos a la obra y empezar a hacer cambios radicales. Esta es una singular comedia en forma de sátira sobre la fama y la edad madura cuya buena idea inicial se despliega hasta la saciedad en sus dos horas de metraje. Puede tener su gracia ver autoparodiándose a la pareja de actores formada por Canet (candidato al premio César por este papel) y Cotillard y participan cameos como el de Gilles Lellouche ("C'est la vie"). El film ha tenido éxito en Francia pero es posible que en España no reciba muy buena aceptación.
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