martes, 24 de abril de 2018

Heartstone, corazones de piedra * * * *


La relación entre dos amigos en un remoto pueblo islandés

En los últimos años el cine islandés ha destacado en festivales con títulos como "Corazón gigante" y "Rams. El valle de los carneros". Es una buena noticia que se haya estrenado en algunas salas españolas la ópera prima de Guomundur Arnar Guomundsson de 2016, después de cortometrajes como "Whale Valley". El film que nos ocupa cuenta la historia de amor y amistad entre dos chicos, Thor y Christian, muy amigos entre sí, que viven en un pequeño pueblo islandés. A medida que uno intenta ganarse el interés de una chica, en su intento descubrirá que realmente siente más atracción hacia su amigo, mientras el otro descubre nuevos sentimientos hacia su mejor amigo. A menudo la filmografía de Islandia, un país europeo retirado y de agreste paisaje se ha visto relegada al tópico sobre su naturaleza pero en esta ocasión, el drama con temática gay sobre el despertar sexual de dos adolescentes parece más importante aunque el entorno natural y familiar condiciona mucho el carácter de los personajes. En este sentido, el film me ha recordado a otro título reciente y premiado, el británico "Tierra de Dios". "Heartstone" trata de cuestiones interesantes como por qué un chaval tiene que sentirse avergonzado por manchar las sábanas de la cama tras masturbarse o si los otros jovencitos de un lugar conservador serán capaces de aceptar al que tiene otra condición sexual. Esta es una película profunda en sus sutilezas, como el gesto de protección de Christian a Thor que indica sus sentimientos hacia él, y aunque en un principio parece una cinta costumbrista al observar las vidas cotidianas de los chavales, llega un momento en que la historia emociona y llega adentro del espectador. Personalmente, resulta curioso que tras leer sólo la sinopsis, pensaba que el chico más alto sería el que le gustaba una chica y el de pelo negro a su amigo pero era al revés. Estos dos personajes están muy bien interpretados de manera naturalista por Baldur Einarsson y Blaer Hinriksson, junto con los otros jóvenes y los padres adultos. Las más de dos horas de metraje transcurren de manera fluida, sobre todo al principio vemos los juegos entre los amigos, y hay que agradecer que el metraje no se hace pesado, con una bella fotografía que capta los espectaculares paisajes islandeses, aspecto que contribuye al atractuvo nivel visual del film. Se presentó en muchos festivales internacionales como el de Venecia, Toronto y Sevilla y obtuvo el premio a mejor película en la muestra Fire! de cine gay y lésbico de Barcelona el verano pasado. En definitiva, este es uno de los más interesantes films que podemos ver de su país (refrendado por haber triunfado en los premios de cine de Islandia) y sobre temática LGTB.

Valoración: 8
Lo mejor: consigue ser una película profunda en sus sutilezas y la fotografía de Sturla Brandth Grøvlen.
Lo peor: que haya espectadores no acostumbrados a este tipo de cine que sólo se queden con los juegos cotidianos de los chavales. 



En el desenlace, queda el consuelo de que Thor podrá visitar a Christian en la capital y el beso que le da en la frente es significativo. Además, el film empieza y acaba con una escena de pesca pero en el final, el pez feo que nadie quiere logra sobrevivir, una bonita metáfora sobre los personajes.

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