Otro film estadounidense y más comercial que se ha estrenado en la cartelera viene de la mano de Rawson Marshall Thurber, que después de comedias como "Cuestión de pelotas" y "Somos los Miller" ha dirigido un proyecto más serio de mayor embergadura. Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el interior del rascacielos… sin sucumbir a las llamas. Esta es una cinta de acción de catástrofes, una especie de versión actualizada y de menos calidad que "El coloso en llamas", que carece de originalidad mientras tiene clichés del género. Además, aunque el ritmo es ágil y el espectáculo visual y la pirotecnia son vistosos, también da la sensación de cierto cansancio. Dwayne Johnson intenta dar ímpetu al film con su enésimo papel de héroe de acción, un actor con carisma para algunos pero que no me entusiasma nada. Está acompañado por Neve Campbell, una buena actriz inusual en este tipo de producciones. Así pues, básicamente esta es una de esas propuestas veraniegas para incondicionales de "The Rock".
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