Esta semana se ha estrenado la segunda película dirigida por Matthew Ross después de "Frank & Lola". Luca se dedica al tráfico de diamantes y viaja a San Petersburgo para vender una rara variedad de diamantes azules de dudosa procedencia. Cuando el trato se trunca, Lucas pone rumbo a Siberia para encontrar a su socio y recuperar los diamantes. Allí conoce a Katya, propietaria de una pequeña cafetería, con quien empieza una relación. Según va aumentando la pasión entre Lucas y Katya, también van complicándose las ramificaciones del traicionero mundo de los diamantes. En medio de ese cóctel explosivo, Lucas intenta escapar de un mundo en el que parece estar atrapado. Este es un thriller estadounidense aburrido, de ritmo lento y tan frío como el lugar en que está ambientado. Está protagonizado por un hierático Keanu Reeves como Luca, al que este film y su pose no le ayudan a mantener el resurgimiento obtenido por la saga John Wick. El actor está acompañado por la actriz Ana Ularu como Katya (vista en films como "Musa" de Balagueró. En fin, estamos ante una de esas propuestas muy poco recomendables que se estrenan en verano y que incluso los fans de Reeves les puede costar de ver.
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