El
poder protege el poder
Después
de su primer largometraje en solitario, el estupendo “Stockholm”,
Rodrigo Sorogoyen dio un gran salto con el thriller “Que Dios nos
perdone” y el cortometraje “Madre”. Este año ha presentado
este film estrenado en salas en que Manuel, un influyente
vicesecretario autonómico que lo tiene todo a favor para dar el
salto a la política nacional, observa cómo su perfecta vida se
desmorona a partir de unas filtraciones que le implican en una trama
de corrupción junto a Paco, uno de sus mejores amigos. Mientras los
medios de comunicación empiezan a hacerse eco de las dimensiones del
escándalo, el partido cierra filas y únicamente Paco sale indemne.
Manuel es expulsado, señalado por la opinión pública y traicionado
por los que hasta hace unas horas eran sus amigos. Aunque el partido
pretende que cargue con toda la responsabilidad, Manuel no se resigna
a caer solo. Con el único apoyo de su mujer y de su hija, y atrapado
en una espiral de supervivencia, Manuel se verá obligado a luchar
contra una maquinaria de corrupción que lleva años engrasada, y
contra un sistema de partidos en el que los reyes caen, pero los
reinos continúan.
Este
es un solvente thriller político sobre la corrupción en España que
recuerda a casos como los del Partido Popular en la Comunidad
Valenciana y, en concreto, el de Luis Bárcenas. Así como en su día
el film “B” de David Ilundain, se agradece que en nuestro país
se hable de ciertos temas delicados como este, a cargo de una de las
productoras, Atresmedia cine. Es una vergüenza ver cómo algunos
políticos se aprovechan de su posición para embolsarse dinero
público y tener una posición de vida elevada. La película arriesga
desde el principio al seguir la cámara al protagonista y que el
espectador se identifique con un político corrupto pero que quiere
proteger a su esposa e hija y está dispuesto a lo que sea con tal de
no ser el único cabeza de turco. Después de situarnos a los
personajes, el film te mantiene atento y en tensión durante las dos
horas de metraje, utiliza varios planos secuencia que contribuyen a
ello, tiene logradas escenas como la visita en la casa de Andorra y
la persecución nocturna en coche del último tramo. Además, la
música electrónica, aunque quizás se abusa un poco de ella, está
en consonancia con el ritmo ágil, la tensión y el personaje
principal que se mueve para conseguir su propósito. Manuel está muy
bien interpretado por Antonio de la Torre en un papel complicado, de
trabajo físico y explosivo, que seguramente le haga ganar por fin el
premio Goya a mejor actor protagonista. A su lado está un gran
plantel de actores como Josep Maria Pou como el presidente autonómico
Frías, Nacho Fresneda como Paco, Ana Wagener como una política que
puede recordar a una real, Mónica López como la esposa de Manuel,
Luis Zahera y Sonia Almarcha como compañeros de partido y Bárbara
Lennie como una periodista que representa el cuarto poder a la que se le ha comparado con Ana
Pastor, importante en el controvertido final.
El
film se presentó en la sección World contemporary cinema del
festival de Toronto, en la sección oficial del Zinemaldia donde se
esperaba que fuera premiado en apartados como dirección o
interpretación masculina, y aunque desgraciadamente no es muy
taquillero en cines, seguramente sea reconocido en la temporada de
premios y es un firme candidato a los Goya.
Valoración:
8,5
Lo
mejor: el pulso de Sorogoyen en la dirección y el elenco de actores,
en especial Antonio de la Torre.
Lo
peor: en algún momento no se oyen bien voces de los personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario