jueves, 30 de enero de 2020

Ema * * * *

 
 
 
Ema al ritmo de reggaeton

Pablo Larraín cuenta en su filmografía con títulos notables como “No”, “El club”, “Neruda” y “Jackie”, su primer film en USA. En su vuelta al cine chileno antes de volver a una producción estadounidense con “The true american” para el año que viene, ha coescrito y dirigido esta historia sobre Ema, una joven bailarina, que decide separarse de Gastón después de entregar a Polo en adopción, el hijo que ambos habían adoptado y que fueron incapaces de criar. Desesperada por las calles del puerto de Valparaíso, Ema busca nuevos amores para aplacar la culpa. Sin embargo, ese no es su único objetivo, también tiene un plan secreto para recuperarlo todo.
Este es un arriesgado drama familiar en que por primera vez el director describe la época actual, sin recurrir a periodos del pasado, para describir una juventud chilena de un país que ha dejado atrás la dictadura y ansía la libertad. También se trata el asunto de aceptar lo disfuncional, aquello que se sale de lo establecido, como en el aspecto familiar.
Podemos decir que la película se puede dividir en dos partes: en la primera vemos la situación personal de Ema y su pareja tras abandonar a su hijo adoptivo, ella hace un tránsito hacia su empoderamiento femenino, con saltos de escenas musicales del grupo de baile; en la segunda, el espectador observa el periplo de la protagonista y su relación con varios personajes en una espiral de deseo de libertad mediante bailar reggaeton, sexo y un objetivo por cumplir. Se puede acusar que anteriores films de Larraín mantenían un poco la distancia sobre los personajes pero en esta ocasión aflora la emoción en ellos, sobre todo en la pareja protagonista formada por la joven Mariana di Girolamo (en su primer gran papel) en que desprende misterio y sensualidad y el ya experimentado Gael García Bernal, que vuelve a trabajar con el director. Lo único que se le podría achacar a la película es que evidentemente la mirada del director hacia los personajes femeninos es masculina y se puede recrear en sus cuerpos pero lo hace de manera cuidada y justificada. Por otra parte, el aspecto técnico está cuidado, con una buena labor de fotografía a cargo de Sergio Armstrong y logradas escenas musicales de un estilo como el reggaeton que personalmente no me agrada mucho pero está bien utilizado.
En definitiva, hay que decir que esta es una propuesta poco convencional, que puede no gustar sobre todo al público de mayor edad (ya que que la sesión en que la vi había pocas personas y una de ellas se marchó de la sala ya avanzado el metraje). El film se presentó el año pasado en la Mostra de Venecia (donde di Girolamo tendría que haber sido premiada como mejor actriz) y espero que pueda ser reconocido en materia de premios.

Valoración: 8

Lo mejor: la interpretación de la actriz protagonista y el mensaje de empoderamiento femenino y ansias de libertad mediante el fuego y el reggaeton.

Lo peor: puede echar para atrás a cierto tipo de público que no comulgue con lo que ofrece el largometraje. 
 
 

Durante la película vemos cómo Ema se relaciona de manera libre con varios personajes como su esposo coreógrafo, su mejor amiga bailarina, una abogada y el marido de esta bombero. El final queda explicado para cuadrar el objetivo real de la protagonista que el espectador intuía, algo que contrasta con la realización del film pero que no me parece mal para que se entienda mejor. Así pues, la joven consigue su propósito: tener otro hijo (cuyo padre es el bombero, ya que Gastón es estéril) para que Polo tenga un hermano y puedan formar una atípica familia.

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