miércoles, 1 de enero de 2020

Star Wars: al ascenso de Skywalker * * *



El último episodio IX es acomodaticio y no muy convincente

Dos años después de la notable “Los últimos Jedi” de Rian Johnson aunque fue mal recibida por una parte de los fans, ha llegado la última entrega de esta trilogía, el episodio nueve, dirigido de nuevo por J.J. Abrams (“Misión imposible 3”, “Super 8”). Un año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Así, un viejo villano parece haber vuelto de entre los muertos. Los restos de la Resistencia y la Primera Orden compiten en una peligrosa carrera en su búsqueda, de cuyo resultado dependerá el futuro oscuro o luminoso de toda la galaxia. Después de relanzar la saga “Star Trek”, el director repitió la fórmula de “La guerra de las galaxias: una nueva esperanza” en “El despertar de la Fuerza”, y tras la mala recepción que tuvo el film de 2017, el director ha dirigido esta última entrega sin arriesgar, con el fin de agradar a todos: a los fans veteranos de la saga y a los más jóvenes. Sin embargo, parece que la recepción ha sido más bien irregular. Esta es una digna aventura espacial que resulta entretenida, no se hace pesada e intenta ser épica, con una parte final emotiva. Sin embargo, se olvida de los logros de la anterior entrega, hay decisiones de guion que por arbitrarias resultan poco convincentes y las localizaciones no son originales y sí oscuras a excepción de la del desierto. El reparto de actores está compuesto de nuevo por unos entregados Daisy Ridley como Rey y Adam Driver como Kylo Ren, John Boyega, Oscar Isaac, Kelly Marie Tran, Lupita N'yongo y Dominic Monaghan, las incorporaciones de Richard E. Grant y Naomi Ackie, además de los veteranos Anthony Daniels, la tristemente fallecida Carrie Fisher (recuperada con tomas descartadas del anterior film) y las participaciones de los también veteranos Harrison Ford y Mark Hamill. En suma, personalmente, por el cariño que le tengo a esta saga y porque es una propuesta agradable de ver, la puntúo con un notable bajo, aunque podría haber sido menos convencional y no dejarse llevar tanto por la nostalgia. Pero no me sorprende del poco riesgo, ya que trata de un producto comercial y no ofrece nada que ni sea lo esperado. Entiendo que si había cierta expectación por ver este último episodio, la satisfacción haya quedado a medias. Ya veremos cómo continúa la saga con la siguiente trilogía de R. Johnson y spin-offs como el de Obi wan Kenobi.

Valoración: 7

Lo mejor: la parte final con la última batalla es intensa y los actores Ridley y Driver.

Lo peor: algunos aspectos del guion no tienen lógica. 

 

Por lo que respecta al guion, el espectador tiene que aceptar porque sí los hechos siguientes: que el personaje de la Primera orden que espía a la Resistencia sea el de Domnhall Gleeson, la repentina muerte de Leia Organa, no me acaba de convencer que la protagonista sea nieta de Palpatine si desde el principio que la conocimos estaba de lado de la Resistencia y de los Jedi, cuando Rey parece fallecer en manos de un resurgido Palpatine (murió en el episodio III), por salvarla Kylo Ren muera no sin antes darse un beso él y Rey. Además, los responsables de film sólo se han atrevido a un beso entre dos mujeres en la celebración final de la Resistencia.

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