El
último episodio IX es acomodaticio y no muy convincente
Dos
años después de la notable “Los últimos Jedi” de Rian Johnson
aunque fue mal recibida por una parte de los fans, ha llegado la
última entrega de esta trilogía, el episodio nueve, dirigido de
nuevo por J.J. Abrams (“Misión imposible 3”, “Super 8”). Un
año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los
restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera
Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras
tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su
clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final
definitivo. Así, un viejo villano parece haber vuelto de entre los
muertos. Los restos de la Resistencia y la Primera Orden compiten en
una peligrosa carrera en su búsqueda, de cuyo resultado dependerá
el futuro oscuro o luminoso de toda la galaxia. Después de relanzar
la saga “Star Trek”, el director repitió la fórmula de “La
guerra de las galaxias: una nueva esperanza” en “El despertar de
la Fuerza”, y tras la mala recepción que tuvo el film de 2017, el
director ha dirigido esta última entrega sin arriesgar, con el fin
de agradar a todos: a los fans veteranos de la saga y a los más
jóvenes. Sin embargo, parece que la recepción ha sido más bien
irregular. Esta es una digna aventura espacial que resulta
entretenida, no se hace pesada e intenta ser épica, con una parte
final emotiva. Sin embargo, se olvida de los logros de la anterior
entrega, hay decisiones de guion que por arbitrarias resultan poco
convincentes y las localizaciones no son originales y sí oscuras a
excepción de la del desierto. El reparto de actores está compuesto
de nuevo por unos entregados Daisy Ridley como Rey y Adam Driver como
Kylo Ren, John Boyega, Oscar Isaac, Kelly Marie Tran, Lupita N'yongo
y Dominic Monaghan, las incorporaciones de Richard E. Grant y Naomi
Ackie, además de los veteranos Anthony Daniels, la tristemente
fallecida Carrie Fisher (recuperada con tomas descartadas del
anterior film) y las participaciones de los también veteranos
Harrison Ford y Mark Hamill. En suma, personalmente, por el cariño
que le tengo a esta saga y porque es una propuesta agradable de ver,
la puntúo con un notable bajo, aunque podría haber sido menos
convencional y no dejarse llevar tanto por la nostalgia. Pero no me
sorprende del poco riesgo, ya que trata de un producto comercial y no
ofrece nada que ni sea lo esperado. Entiendo que si había cierta
expectación por ver este último episodio, la satisfacción haya
quedado a medias. Ya veremos cómo continúa la saga con la siguiente
trilogía de R. Johnson y spin-offs como el de Obi wan Kenobi.
Valoración:
7
Lo
mejor: la parte final con la última batalla es intensa y los actores
Ridley y Driver.
Lo
peor: algunos aspectos del guion no tienen lógica.
Por
lo que respecta al guion, el espectador tiene que aceptar porque sí
los hechos siguientes: que el personaje de la Primera orden que espía
a la Resistencia sea el de Domnhall Gleeson, la
repentina muerte de Leia Organa, no me acaba de convencer
que la protagonista sea nieta de Palpatine si desde el principio que
la conocimos estaba de lado de la Resistencia y de los Jedi, cuando
Rey parece fallecer en manos de un resurgido Palpatine (murió en el
episodio III), por salvarla Kylo Ren muera no sin antes darse un beso
él y Rey. Además,
los responsables de film sólo se han atrevido a un beso entre dos
mujeres en la celebración final de la Resistencia.
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