En estas semanas de reapertura de
cines españoles se han reestrenados grandes películas como “Cinema Paradiso”, “El
laberinto del fauno”, Apocalypse now” y la que nos ocupa, quizás menos
conocida. Está realizada por Akira Kurosawa en 1975 entre la anterior “Dodeskaden”
y la posterior “Kagemusha, la sombra del guerrero”. En la filmografía de
Kurosawa cabe destacar títulos como “El ángel borracho”, “El perro rabioso”, “Rashomon”,
“Vivir (Ikiru)”, “Los siete samuráis”, “Trono de sangre”, “Yojimbo (El
mercenario)”, “El infierno del odio”, “Barbarroja” y “Ran”. En el que nos
concierne, el capitán Vladimir Arseniev y su destacamento tienen que realizar
unas prospecciones geológicas en los bosques de la taiga siberiana. La
inmensidad del territorio y la dureza del clima hacen que se extravíe.
Condenado a vagar por una tierra salvaje, Vladimir conoce a Dersu Uzala, un cazador
nómada que conoce el territorio como la palma de su mano y sabe cómo afrontar
las inclemencias del tiempo. Dersu enseñará a Vladimir a respetar la naturaleza
y a convivir en plena armonía con ella, una lección que difícilmente olvidará
el resto de su vida. Cuando el director tenía la repuración un poco tocada en
su país natal, realizó esta cinta de aventuras coproducida entre la antigua
Unión Soviética y Japón. Esta es una bella película sobre la relación de
aprendizaje entre el hombre y la naturaleza y la historia de amistad entre dos
hombres, aunque el ritmo es lento. El film ganó el Oscar a mejor película de
habla no inglesa, el gran premio en el festival de Moscú y el premio David di
Donatello a mejor director extranjero. Esta propuesta gustará a los más
cinéfilos y seguidores de Kurosawa.
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