Otro largometraje que se estrenó
en salas españolas es el coescrito y dirigido por Samuel Kishi, que debutó con “Somos
Mari Pepa”. Max y Leo, de ocho y cinco años, viajan de México a Albuquerque,
EEUU, con su madre Lucía en busca de una vida mejor. Mientras esperan que su
mamá regrese del trabajo, los niños observan a través de la ventana de su
departamento el inseguro barrio en el que está enclavado el motel donde viven,
habitado principalmente por hispanos y asiáticos. Se dedican a escuchar los
cuentos, reglas y lecciones de inglés que la madre les deja en una vieja
grabadora de cassette, y construyen un universo imaginario con sus dibujos,
mientras anhelan que su mamá cumpla su promesa de ir juntos a Disneylandia. Esta coproducción mexicana y estadounidense es
un notable drama sobre inmigración basado en hechos reales con elementos de
documental en que bastan sólo unas pinceladas para apuntar los problemas de los
personajes. La película puede recordar a “The Floria Project” ya que está
contada desde la mirada de los niños y hay que mencionar que Maximiliano y
Leonardo Nájar Márquez son hermanos en la vida real y desprenden naturalidad.
El film ganó el año pasado el gran premio en la sección Generation KPlus del
festival de Berlín y el premio SIGNIS en el festival de La Habana.
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