jueves, 11 de febrero de 2021

Chico ventana también quisiera tener un submarino * * *

 Tras dos cortometrajes también con título largo, Alex Piperno ha escrito y dirigido su debut en el largometraje. A bordo de un crucero en los mares de la Patagonia, un miembro de la tripulación descubre un portal mágico bajo la cubierta del barco que lleva al apartamento de una joven mujer en una ciudad sudamericana. Al mismo tiempo, un grupo de hombres encuentra accidentalmente un refugio cerca de su campamento en las Filipinas que tiene aterrorizados a algunos de los habitantes del poblado. En algún lugar entre las oscuras salas de máquinas y los salones de los apartamentos más lujosos; entre el vasto mar y la densa jungla; entre el tradicionalismo y el modernismo fruto del capitalismo, los individuos se conocen y se observan entre ellos con curiosidad, escepticismo y ansiedad. La película, una coproducción uruguaya, es una especie de ejercicio experimental, un cuento fantástico bello y onírico que resulta audaz y tiene como referencia el cine de A. Weerasethakul. Esta curiosa propuesta se presentó en la sección Forum del festival de Berlín del año pasado, en la sección oficial del certamen de Mar de Plata y está disponible en Filmin desde principios de este mes. 


 

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