En la plataforma de Netflix se han estrenado varios títulos a mediados de junio que podemos señalar. Uno de ellos es el debut en el largometraje dirigido por Michael Lockshin. El siglo XX está a la vuelta de la esquina. En invierno, San Petersburgo se transforma en un país de las maravillas de cuento de hadas donde los ríos y canales congelados sirven como carreteras heladas y están llenas de patinadores y mercados. La ciudad es el hogar de Matvey, de dieciocho años, que trabaja como repartidor de patinaje sobre hielo en una panadería local. Hijo de un pobre farolero, su único tesoro son un par de patines plateados que heredó de su padre. Cuando es despedido injustamente, se une a una pandilla de carteristas que trabajan en los canales, liderados por Alex, de mentalidad revolucionaria. Esta película rusa de época combina el romance y la aventura, tiene atractivas localizaciones, una buena puesta en escena y un logrado diseño de producción aunque el metraje es un poco largo. Así pues, esta propuesta es una grata sorpresa a descubrir en el catálogo de Netflix.
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