Otro esperado estreno comercial en cines este verano es el coescrito por Glenn Ficarra y John Requa y dirigido por el español afincado en Estados Unidos Jaume Collet-Serra, cuyos films me han parecido interesantes pero sin ir más allá como los anteriores “Una noche para sobrevivir”, “Infierno azul” y “El pasajero”. En el que nos ocupa, a principios del siglo XX, Frank es el carismático capitán de una peculiar embarcación que recorre la selva amazónica. Allí, a pesar de los peligros que el río Amazonas les tiene preparados, Frank llevará en su barco a la científica Lily Houghton y a su hermano McGregor Houghton. Su misión será encontrar un árbol místico, Lágrima en la lluvia, que podría tener poderes curativos. Claro que su objetivo no será fácil, y en su aventura se encontrarán con toda clase de dificultades, además de una expedición alemana que busca también este árbol con propiedades curativas. Basada en una atracción de Disneylandia y producida por Disney, la película estadounidense es una cinta de aventuras que podría ser un homenaje a “La reina de África” y tiene un humor parecido al de la saga de Indiana Jones. El largometraje empiza bien, los personajes son empáticos, se agradece que uno sea gay, tiene buen ritmo y aceptables efectos digitales. Sin embargo, quizás el climax final se hace un poco largo, no aprovecha del todo las localizaciones y el director no arriesga en la realización. Cuenta con un atractivo elenco de intérpretes formado por unos carismáticos Dweayne Johnson como Frank y Emily Blunt como Lily que demuestran buena química juntos, Jack Whitehall (miniserie “Good Omens”) como su hermano McGregor en la ficción, Jesse Plemons como un vil aristocrático alemán, Paul Giamatti y los conquistadores españoles Edgar Ramírez, Quim Gutiérrez y Dani Rovira. Así pues, aunque es una propuesta un poco formulaica, Collet-Serra demuestra de nuevo ser un artesano de productos eficaces y si es un taquillazo bien podría merecer una secuela.
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