Otro título que se ha estrenado en Netflix a mediados de agosto es el debut dirigido por Brian Andrew Mendoza en que un marido destrozado jura llevar ante la justicia a los responsables de la muerte de su mujer, a la vez que protege a la única familia que le queda, su hija. Con esste argumento tan manido no sorprende que la película estadounidense sea un mediocre thriller de acción que tiene una realización mejorable, tiene clichés, llega a resultar aburrido y las escenas de acción y los efectos especiales no son destacables. Está protagonizada por Jason Momoa que hace lo que puede en un tipo de papel habitual en su filmografía, acompañado de la joven Isabella Merced (“Dora y la ciudad perdida”) como su hija en la ficción.
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