viernes, 9 de septiembre de 2022

Pacifiction * * * *

 


Ficción en el Pacífico

El cine de Albert Serra tiene una mirada diferente, arriesgada y singular como lo es él mismo como personaje y esto ya se veía en sus primeros títulos como “Honor de caballeria” y “El cant dels ocells”. Reconozco que el film ganador del Leopardo de oro en el festival de Locarno “Història de la meva mort” sólo me pareció pasable y sus siguientes trabajos franceses “La muerte de Louis XIV” y “Liberté” sólo interesantes. En el que nos ocupa, en la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa, el Alto Comisario de la República, De Roller, representante del Estado francés, es un hombre calculador de modales impecables. Tanto en las recepciones oficiales como en los establecimientos ilegales, no deja de tomar el pulso a una población local cuya ira puede despertarse en cualquier momento. Y más aún cuando un rumor se instala: parece haberse avistado un submarino, cuya presencia fantasmal podría anunciar una reanudación de los ensayos nucleares franceses. Así, el avistamiento de embarcaciones con tráfico de prostitutas lleva a sospechar la presencia de un barco de incógnito en las inmediaciones, por lo que la amenaza de que empiecen las explosiones va larvando entre las grietas de una narración especialmente afín a los tiempos muertos.

Esta coproducción francesa (con una parte de producción española) es una especie de singular thriller político en que parece que el guionista y cineasta critica el papel de los políticos que tienen mucha verborrea pero toman pocas medidas y en su cine hay a menudo un humor soterrado como si lo que se nos muestra sea un chiste que puede hacer gracia o no. Esta es quizás la película más narrativa de Serra y más accesible a los espectadores aunque no es para todos los públicos sin duda. Es una propuesta misteriosa, destaca el trabajo de sonido y de fotografía a cargo de Artur Tort que contribuyen a visionar una experiencia sensorial  en que la localización que desconocía el director en una isla de la polinesia es un personaje más, dejando de ser el típico paraíso para ser un lugar enigmático empañado por la corrupción y el poder del hombre en que el papel de la mujer parece relegado a un segundo plano como apoyo o objeto sexual. En este sentido, a diferencia del anterior film “Liberté” en que el sexo era explícito, en “Pacifiction” hay un erotismo latente y el acto sexual queda fuera de campo. También cabe destacar la labor del protagonista interpretado por Benoit Magimel en uno de sus mejores últimos papeles junto con el de ·”De son vivant” que le valió su segundo premio César. Además de la presencia de actores no profesionales cabe señalar la participación del catalán Sergi López.

Con este notable film, Serra dio el salto a la sección oficial del pasado festival de Cannes tras estar con anteriores títulos en otras secciones y es un paso adelante coherente en su trayectoria que merecería ser reconocido en próximos premios en apartados técnicos.

Valoración: 7’5

Lo mejor: la comunión entre el tono decadente y lo que se muestra.

Lo peor: es un tipo de cine no apto para impacientes y puede dejar un poco frío al espectador.

 


Tengo que decir que a mi modo de ver si uno se deja llevar, el largometraje consigue envolver al espectador en ese lugar donde parece que late una violencia que no llega a culminar. A pesar de la verborrea de algunos diálogos, las más de dos horas y media de duración no se hacen pesadas pero no hay un clímax final potente como un tiroteo por ejemplo y después de varias escenas logradas la cinta termina con los títulos de crédito. 

Este es un tipo de cine más de admirar sus virtudes y no de hacer emocionar al espectador. Hay que apuntar una frase destacada: “la política es como una discoteca” en que vemos luces de neón como en films de Nicolas Winding Refn.

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