martes, 4 de octubre de 2022

Argentina, 1985 * * * *


 

El juicio más importante en la historia de Argentina

El subgénero de juicios me parece interesante y estuvo de moda en los años noventa (quizás mi década favorita del cine por factores como la edad) con títulos como el notable “Algunos hombres buenos”. El coguionista y director Santiago Mitre, responsable de “Paulina” y “La cordillera” ha realizado su mayor largometraje que está inspirado en la historia real de Julio Strassera, Luis Moreno Ocampo y su joven equipo jurídico que se atrevieron a acusar, contra viento y marea, a contrarreloj y bajo constante amenaza, a la más sangrienta dictadura militar argentina. Una batalla de David contra Goliat, con los héroes menos esperados.  Así, Julio Strassera  es un abogado corriente al que se le encomienda la misión de ejercer de fiscal en los juicios contra los responsables dictadura militar argentina. Comienza entonces un duro proceso de resiliencia por parte de Julio y los suyos para que se haga justicia.

La película argentina empieza con un prólogo de la situación familiar del protagonista, luego presenta el proceso de recopilación de pruebas y testimonios (que me hubiera gustado que fuera un poco más detallado), describe el mediático Juicio a las Juntas de la Dictadura Militar de Videla y pone en valor la importancia de hacer justicia y de la democracia. Es loable que el cine argentino ponga en valor los hechos que sucedieron a raíz de una dictadura militar que no duró muchos años pero desgraciadamente fue atroz. En este contexto, uno puede reflexionar en que en España también se vivió una dictadura muy larga y la posterior transición democrática pero el cine español quizás no se ha atrevido con  tanta contundencia sobre hechos políticos duros y oscuros. El que nos ocupa es un notable drama con toques de humor sobre todo al principio que siempre mantiene la atención del espectador a través de una cámara con cierto nervio y, sin sentimentalismo barato, apela a la emoción del espectador, con lo cual es lógico que su visionado haya logrado aplausos en las salas en que se ha proyectado. Si tiene un inconveniente es pecar de una realización convencional en la parte del juicio si bien cuenta con testimonios sobrecogedores como el de Laura Paredes. La cinta está muy bien protagonizada por Ricardo Darín en una de sus mejores interpretaciones en que vemos como a medida que se involucra en el proceso judicial recupera la confianza y seguridad en lo que cree, bien acompañado de Peter Lanzani como contrapunto más joven, y es curioso que ambos personajes se rodearan de un reparto de actores jóvenes que ayudaron en la causa penal. También me gusta la relación entre el padre Strassera y su hijo pequeño que se interesa por el juicio y da esperanza sobre el futuro de la juventud en la sociedad.  

El film obtuvo el premio FIPRESCI de la crítica en la pasada Mostra de Venecia donde hubiera merecido un premio importante de la sección oficial, recibió el premio del público en el festival de San Sebastián con la segunda mejor nota en la historia del certamen, seguramente es uno de los títulos argentinos más importantes del año y ha sido elegido para ir a los Oscar en que por el tipo de película que es tiene opciones de ser nominada en la categoría de mejor largometraje internacional.

Valoración: 8

Lo mejor: cómo el director mantiene el interés en el espectador y el contundente y valioso alegato final de Strassera.

Lo peor: la realización puede pecar de convencional en las escenas del juicio.

 


En el final me gusta que el espectador sepa la sentencia judicial en contra de los acusados por parte del abogado protagonista que se lo dice a su hijo y no por el jefe de los jueces con golpe de martillo incluido como uno hubiera imaginado. Por cierto, en Youtube se puede ver el video del alegato real de Strassera en el juicio.

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