El actor Juan Diego Botto ha debutado como coguionista y director de largometraje con este proyecto que tardó unos años en llevarse a cabo entre él y Penélope Cruz. La cuenta atrás de tres personajes, con senda historias entrelazadas, que tratan de mantenerse a flote y sobrevivir a 24 horas claves que pueden cambiar el curso de sus vidas. El film explora el efecto que una situación de estrés económico tiene sobre las relaciones personales, y cómo el afecto y la solidaridad pueden ser un motor para salir adelante. Esta coproducción española es un bienintencionado drama social que en el guion con subrayados de más se parece un poco al cine de Ken Loach mientras que en la manera de la realización se inclina por el cine de los hermanos Dardenne con nervio en la cámara y un montaje que contribuye a la urgencia del tema duro y necesario de los desahucios. Lo mejor es la labor del reparto de actores formado por Luis Tosar como un abogado activista, P. Cruz como una reponedora de supermercado, Adelfa Calvo, el joven Christian Checa, Aixa Villagrán, el propio J. D. Botto y Nur Levi. El film es honesto aunque no notable, se presentó en la sección Orizontti de la Mostra de Venecia y en el festival de San Sebastián y seguramente sus actores estén nominados a varios premios.
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