El actor Zach Braff ha vuelto a la dirección de largometraje años después de “Un golpe con estilo” con este título que ha escrito. Allison, una joven con un futuro brillante, y Daniel, el padre de su prometido, sufren la misma pérdida trágica. En un momento de crisis, los dos protagonistas forjan una amistad que suscita la compasión y el perdón necesario para superar su culpa y encontrar la libertad. La película estadounidense es un proyecto personal de su director después de sufrir pérdidas de seres queridos. Este es un sensiblero drama sobre adicciones y superación que resulta poco creíble, no es sutil, un poco excesivo y tremendista. Lo más destacable son las actuaciones de Florence Pugh y Morgan Freeman y cuenta con Molly Shannon (“Horse girl”).
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