Después del interesante “JFK: caso revisado” Oliver Stone realizó este trabajo estrenado a finales de enero. Con un acceso sin precedentes a la industria nuclear de Francia, Rusia y Estados Unidos, el director explora la posibilidad de que la comunidad mundial supere retos como el cambio climático y alcance un futuro mejor gracias al poder de la energía nuclear. Este largometraje de no ficción es estimable en cuanto ofrece una visión esperanzadora frente a la previsión pesimista del mundo y muestra propuestas sobre energía nuclear. No obstante, la voz en off del director puede resultar densa y monótona y su visionado parece más propio de una presentación audiovisual sobre descabornización adecuada en una conferencia que una obra artística. El film de 2022 estuvo fuera de concurso en la sección oficial del festival de Venecia.
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