Uno de los estrenos más esperados del verano es
este filme dirigido por Paul Feig ("Paul), que recupera una de
las películas más famosas de los años ochenta. En Manhattan,
después de treinta años sin saber de ellos, los fantasmas y los
demonios han vuelto a escaparse del infierno para destruir la ciudad
de Nueva York. Esta vez un nuevo equipo de Cazafantasmas, formado por
cuatro mujeres, está decidido a terminar con estas amenazas. Así,
después de años sin hablarse, una investigadora paranormal (Melissa
McCarthy) y una física (Kristen Wiig) tienen que trabajar juntas
para luchar contra la invasión de fantasmas que pueden poseer a los
humanos, y necesitan la ayuda de una ingeniera nuclear (Kate
McKinnon) y una trabajadora del metro (Leslie Jones). Estamos ante
una comedia fantástica de acción ingeniosa y enérgica en que no
importa mucho que el guión no dé para mucho. Las actrices
demuestran que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres en
el filme original. Si en aquella Sigourney Weaver fue la secretaria
del grupo, ahora lo es un gracioso Chris Hemsworth como hombre
objeto. El filme ha recibido críticas dispares, quizás los
nostálgicos fans del filme de los ochenta no les haya gustado mucho
este. Sin tener muy presente esa película, la que nos ocupa es un
aceptable y alegre entretenimiento.
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