Una cifra elevada de
niñas de temprana edad son obligadas por sus progenitores a casarse
y pasar a la tutela del marido en países como Yemen. En este país,
no hay ningún requisito de edad para el matrimonio. Nojoom es
obligada a los diez años a casarse con un hombre de treinta. La dote
ofrece a la familia una renta pequeña y una persona menos a la que
alimentar, un arreglo legítimo y que todos aceptan menos la niña.
El filme comienza con ella pidiendo la separación a un juez. La
directora yemení Khadija Al-Salami sufrió de niña estos hechos que
denuncia en el filme, pero también trata de concienciar sobre unas
prácticas impropias y se pregunta las razones que llevan a que
ocurran. Retrata con realismo una cultura con aspectos oscuros, Se
agradece que no haya maniqueísmos y se evite la confrontación entre
el juez y la víctima. El filme tiene desajustes narrativos, algún
toque melodramático y es muy importante el tono didáctico pero
propuestas como estas por desgracia todavía son necesarias para
poner sobre la mesa y cambiar una dura realidad en que las mujeres
están desprotegidas y tienen un destino marcado.
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