El estreno español de esta semana es el
segundo filme dirigido por Mar Targarona, que debutó hace más de
veinte años con "Muere, mi vida" y que ha tardado mucho
tiempo en volver a dirigir una película, a cargo de su productora
Rodar y Rodar. El filme cuenta la historia de Patricia, una
prestigiosa abogada cuyo hijo Víctor desaparece del colegio sin
dejar rastro. Horas más tarde, el niño aparece magullado y confiesa
que un hombre le ha intentado secuestrar pero ha logrado escapar. La
policía investiga el caso y detienen el aparente culpable. Sin
embargo, las pruebas no son suficientes y el presunto secuestrador
queda libre. Entonces Patricia, asustada y temiendo por su hijo,
decide tomarse la justicia por su mano. Lo que comienza como un
thriller de secuestros al uso, se vuelve una especie de denuncia de
la corrupción de la clase alta. El filme describe un ambiente sucio
y deprimente y el plantel de actores es atractivo y solvente. Blanca
Portillo, regresa a un papel protagonista casi diez años después de
"Siete mesas de billar francés" y demuestra su buen hacer.
Se la echa de menos en el cine pero la actriz merece estar en mejores
proyectos que éste. Marc Domenech interpreta a su hijo en la
ficción, Vicente Romero, Antonio Dechent y Nausicaa Bonnín
interpretan a los policías del caso y Macarena Gómez y Andrés
Herrera es una pareja quinqui de delincuentes. Últimamente en el
cine español hay unos cuantos thrillers que parece que por
obligación deban tener un contenido de denuncia social. Me parece
muy bien que se hable de ello pero a veces el resultado deja bastante
que desear y "Secuestro" es un ejemplo. El guión da muchos
giros y más que sorprender al espectador, hacen que la historia no
sea verosímil y no entre en ella a pesar de la labor de los actores.
Además, falta tensión, intriga y escenas de acción como
persecuciones para enganchar al público. Así pues, la propuesta
queda cerca de una tv-movie quizás con intenciones interesantes pero
irregular.
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