Uno de los estrenos más esperados del cine comercial estadounidense de este año es la segunda entrega de "Guardianes de la galaxia", que sorprendió gratamente en el verano de 2014. Es un acierto que su director James Gunn continúe al frente en esta segunda parte en que siguen las aventuras del equipo en su travesía por los confines del cosmos. Los Guardianes deben luchar para mantener unida a su nueva familia mientras intentan resolver el misterio de los verdaderos orígenes de Peter Quill. Viejos rivales se convierten en nuevos aliados, y queridos personajes de los cómics clásicos acuden para ayudar a nuestros héroes a medida que el universo cinematográfico de Marvel continúa expandiéndose. Así, los Guardianes de la Galaxia acuden al rescate de Sovereign, un planeta poblado por seres genéticamente perfectos amenazado por el temible monstruo Obelisco. Sus aventuras les llevan también a Berhert, donde Peter Quill, tras años buscándole, encontrará a su padre, Ego. Esta es una aventura de ciencia-ficción en que su director es fiel a su estilo, ha adaptado con acierto el cómic de Abnett y Lanning, con un aire nostálgico. El filme es divertido, ingenioso, entretenido, con buenas escenas de combate, autoparódico y que resulta emotivo en la relación entre los personajes. Estos están interpretados de nuevo por Chris Pratt como Peter Quill, Zoe Saldana, Dave Bautista, las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel y con las incorporaciones de Elisabeth Debicki (vista en "El gran Gatsby" y "Operación UNCLE") y los veteranos Kurt Russell como el padre del protagonista, Ego, y Silvester Stallone. Tal vez esta segunda entrega no es mejor que la primera porque sigue en la línea de la anterior pero es una de las más interesantes propuestas de Marvel y uno de los mejores blockbusters de este año. Habrá más entregas de esta estupenda saga.
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