jueves, 25 de mayo de 2017

No sé decir adiós * * * *

El estreno español de la semana es el debut en el largometraje de Lino Escalera. Carla recibe una llamada de su hermana: su padre, con el que hace tiempo que no se habla, está enfermo. Ese mismo día, Carla coge un vuelo a Almería, a la casa de su infancia. Allí, los médicos le dan a su padre pocos meses de vida. Ella se niega a aceptarlo y contra la opinión de todos, decide llevárselo a Barcelona para tratarle. Ambos emprenden un viaje para escapar de una realidad que ninguno se atreve a afrontar. Y es en esa huida donde se terminan encontrando, donde finalmente se pueden decir adiós. Este es un excelente drama sobre el último viaje hacia la muerte de un padre y la dificultad de la despedida, realizado con contención, precisión y pudor. Lo mejor son las interpretaciones de los actores: en los últimos años me parece que el veterano Juan Diego está pasado de vueltas pero esta vez su histrionismo como enfermo es aceptable. Las hijas en la ficción toman posturas diferentes ante la enfermedad terminal: por un lado, la rabia e inconformismo de Carla, a cargo de Nathalie Poza en su mejor interpretación en cine, en un papel que le costó aceptar en un principio por la pérdida parecida que sufrió; por el otro, la aceptación de Blanca, interpretada por Lola Dueñas en una de sus últimas mejores actuaciones, en un personaje que recuerda un poco al que hizo en "Volver" de Almodóvar. Además, cuenta con los actores Pau Durà, Miki Esparbé, Noa Fontanals, Marc Martínez, Emilio Palacios, Oriol Pla y Greta Fernández. El filme fue el más premiado en el pasado festival de Málaga con el premio especial del jurado, los premios a  mejor actriz Poza, actor secundario para Diego y guión escrito por Escalera y Pablo Remón. Así pues, estamos ante uno de los mejores debuts españoles del año junto con "Verano 1993" que se estrena pronto.


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