Estos días podemos encontrar en la cartelera los estrenos de varias películas españolas. Pero antes de hablar de algunas de ellas, me gustaría rescatar de la semana anterior la ópera porima de Sergio Villanueva titulada "Los comensales", un aceptable documental con el contexto de un proyecto teatral, con los actores Silvia Abascal, Sergio Peris-Mencheta y Juan Diego Botto, que se llevó el premio del público en la sección Zonacine del festival de Málaga. Ya esta semana, otro documental español que se ha estrenado en algunas salas es "The king of rock and roll" de Iván Muñiz, sobre el músico Paul Zinnard, que compuso la canción que da título al film.
Seguidamente, voy a centrarme un poco más en otro film español del mismo género de no ficción, dirigido por David Arratibel, que anteriormente dirigió el documental "Oirse". La que nos ocupa es una película sobre la familia, la armonía y algo más difícil todavía: la fe, conceptos básicos desde los que intentar explicar algo tan profundo como inefable. Las hermanas del director se convierten de repente al catolicismo, y el cineasta trata de averiguar qué hay detrás de ese mecanismo de transformación personal. Desmontando el formato clásico del documental de entrevistas (no hay que olvidar el doble juego del título: "converso" viene también del verbo conversar), el directo lanza preguntas ante un espejo que no es otro que el espejo de casa. Este es un film de familia con búsqueda personal y un gran interrogante cinematográfico: si el Espíritu Santo entra en nuestra casa, ¿es posible hacer una película sobre él? Este es un notable y honesto documental que desde la sinceridad y a modo de confesiones, habla más del amor y de las relaciones familiares que de la religión. Los testimonios son sinceros y se muestran los conflictos y las reconciliaciones entre los miembros de una familia. El director, entre la perplejidad por lo que ocurre a los suyos y la investigación, demuestra su talento en este más que interesante film que no debería ser rechazado por ateos. Premiado como mejor dirección de documental en el pasado festival de Málaga, estamos ante uno de los mejores en su género de no ficción españoles del año.
Seguidamente, voy a centrarme un poco más en otro film español del mismo género de no ficción, dirigido por David Arratibel, que anteriormente dirigió el documental "Oirse". La que nos ocupa es una película sobre la familia, la armonía y algo más difícil todavía: la fe, conceptos básicos desde los que intentar explicar algo tan profundo como inefable. Las hermanas del director se convierten de repente al catolicismo, y el cineasta trata de averiguar qué hay detrás de ese mecanismo de transformación personal. Desmontando el formato clásico del documental de entrevistas (no hay que olvidar el doble juego del título: "converso" viene también del verbo conversar), el directo lanza preguntas ante un espejo que no es otro que el espejo de casa. Este es un film de familia con búsqueda personal y un gran interrogante cinematográfico: si el Espíritu Santo entra en nuestra casa, ¿es posible hacer una película sobre él? Este es un notable y honesto documental que desde la sinceridad y a modo de confesiones, habla más del amor y de las relaciones familiares que de la religión. Los testimonios son sinceros y se muestran los conflictos y las reconciliaciones entre los miembros de una familia. El director, entre la perplejidad por lo que ocurre a los suyos y la investigación, demuestra su talento en este más que interesante film que no debería ser rechazado por ateos. Premiado como mejor dirección de documental en el pasado festival de Málaga, estamos ante uno de los mejores en su género de no ficción españoles del año.
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