Otro de los estrenos más importantes de este semana es la última película de Santiago Mitre después de films como "El estudiante" o la premiada "Paulina". En una Cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile, donde se definen las estrategias y alianzas geopolíticas de la región, Hernán Blanco, el presidente argentino, vive un drama político y familiar que le hace enfrentarse a sus propios demonios. Debe tomar dos decisiones que podrían cambiar el curso de su vida en el orden público y privado: por un lado, una complicada situación emocional con su hija, y, por otro, la decisión política más importante de su carrera. Coproducido entre Argentina, España y Francia, este es un notable y ambicioso thriller político y psicológico que evoca a producciones como "House of cards" y tiene ecos a films de Polanski. Este laberíntico film combina los vericuetos del poder con la relación más dramática entre un padre y una hija, muy bien interpretados por Ricardo Darín (en un ambiguo personaje de presidente que primero parece una marioneta pero luego no) y Dolores Fonzi, bien acompañados por un estupendo elenco de actores formado por Érica Rivas, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel Giménez Cacho, Elena Anaya y Christian Slater. Mitre demuestra su pericia en la dirección pero las tramas paralelas parecen quedar incomletas y eso puede no satisfacer mucho al público, mientras que la crítica en festivales sí han alabado el film en su paso por Un certain regard en Cannes y el de San Sebastián, donde Ricardo Darín recibió el premio Donostia de manos de sus compañeras de reparto Fonzi y Anaya. Aunque no es redondo, "La cordillera" viene a ser uno de los títulos más destacados del cine argentino de este año.
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