A partir del 12 de octubre está disponible en el catálogo de Netflix la última película del director español Borja Cobeaga, que después de "Negociador" sigue tratando el tema del terrorismo de ETA desde la comedia. La historia transcurre en el cálido verano de 2010 en una pequeña capital de provincias española. Un peculiar y disfuncional comando de ETA -formado por un veterano que está deseando demostrar que no es un cobarde (Javier Cámara), una pareja cuyo compromiso depende de la continuidad de la banda (Miren Ibarguren y Gorka Otxoa) y un manchego que cree que entrar en el comando le hará sentir como si fuera Chuck Norris (Julián López)- se atrinchera en un piso a la espera de recibir una llamada, que parece que nunca llega, para pasar a la acción. Mientras tanto, la selección española de fútbol va avanzando triunfalmente en el Mundial de Sudáfrica y todo el mundo lo celebra a su alrededor, para mayor frustración del ridículo comando. Esta es una estupenda comedia que se atreve a tratar con humor un tema delicado. El guion escrito por Diego San José y Borja Cobeaga tiene buenos diálogos y el reparto de actores de contrastada vis cómica se entrega a la función: además de Cámara, Ibarguren, Otxoa y López están Ramón Barea, Luis Bermejo, Tina Sáinz, Bárbara San José y Josean Bengoetxea. El film generó cierta polémica injusta en su paso por el festival de San Sebastián, ya que hay que agradecer propuestas valientes como esta en el cine español aunque no lleguen a las salas de cine.
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