jueves, 2 de agosto de 2018

Un mar de enredos * *

Esta semana se ha estrenado este film estadounidense dirigido por Rob Greenberg, uno de los responsables de capítulos de series como "Cómo conocí a vuestra madre" e "Impastor". Su primer largometraje es un remake de "Un mar de líos", comedia de 1987 de Garry Marshall y protagonizada por Goldie Hawn y Kurt Russell. Leonardo Montenegro es un playboy rico y mimado procedente de una de las familias más ricas de México. Kate Sullivan es una madre soltera trabajadora que compagina múltiples trabajos para sacar adelante a sus hijos. Sus vidas se cruzan por primera vez cuando Kate es contratada para limpiar el yate de Leo tras su última fiesta y ella se niega a servirle un aperitivo, por lo que éste la despide sin pagarle.Leo sigue con su celebración cuando cae accidentalmente por la borda y pierde la memoria. Theresa (Eva Longoria), la jefa de Kate, descubre la historia en las noticias locales y ve una oportunidad de oro para ayudar a su amiga que anda algo apurada de dinero: hacerse pasar por la mujer de Leo... solo por un rato.Con un certificado de matrimonio falso, el plan de Kate tiene más éxito de lo que nunca hubiera imaginado, y Leo pasa en muy poco tiempo de ser un playboy sin rumbo, a un feliz padre de tres hijos de clase trabajadora. Sin embargo, es solo cuestión de tiempo antes de que la familia de Leo -o la memoria- descubra la verdad. Esta es una más bien mediocre comedia romántica en que se cambia el rol de género respecto a la original y esta vez es la mujer quien se aprovecha de un rico amnésico. La cinta tiene un guion inverosimil, cuenta con chistes muy parecidos a los de la película de Marshall pero al menos intenta dar visibilidad al colectivo latino en USA. El film está interpretado por Eugenio Derbez (que sorprendentemente ganó el premio Platino por "No se aceptan revoluciones") y Anna Faris, que vuelve a demostrar su buena vis cómica, sin embargo, la pareja de actores tiene escasa química juntos. Les acompañan John Hannah y Eva Longoria. Esta propuesta podría gustar a los seguidores de este tipo de comedias intrascendentes con toque de ternura.



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