El estreno francés de esta semana de agosto es el debut en la dirección de Emmanuel Courcol del año 2016. A principio de los años 20, Georges Laffont es un antiguo combatiente de la Primera Guerra Mundial que, traumatizado por los horrores sufridos en las trincheras, deja todo atrás y se dedica a viajar por los vastos territorios de África Oriental, acompañado por el artista Diofo, que también sobrevivió a la guerra. Tras cuatro años, esta vida nómada y aventurera le conduce a un callejón sin salida y decide regresar a casa, en Francia. Cargado de máscaras tribales, Georges vuelve a París para encontrar a su hermano Marcel, excombatiente a quien la guerra dejó sordo y que ahora vive con su madre. El reencuentro con su familia y la sociedad posterior a la Gran Guerra es muy difícil. Pero Georges encuentra la complicidad de Hélène, una bella profesora de lenguaje de signos. Este es un interesante drama realizado con quizás exceso de corrección y cierta elegancia, muy bien ambientado y con una destacada fotografía a cargo de Tom Stern y Yann Maritaud. El film está bien interpretado por un convincente Romain Duris como el protagonista George, Céline Salette (vista en "Corporate") y un sobresaliente Gregory Gadebois ("Mal genio").
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