El
interesante director Thomas Vinterberg de cine europeo ha sorprendido
con el estreno de este largometraje después de “La comuna”.
Narra
la tragedia del submarino nuclear ruso 2000 K-141 Kursk ocurrida en
agosto del año 2000, y la negligencia gubernamental que le siguió.
Mientras los marineros luchan por sobrevivir, sus familias luchan
desesperadamente contra los obstáculos políticos y las ínfimas
probabilidades de salvarles. Esta coproducción belga a cargo de Luc
Besson es un drama basado en el caso real del submarino nuclear ruso
que en el año 2000 sufrió un accidente. La película está
realizada con corrección, es seca y efectiva, resulta verídica y
tiene escenas tensas y logradas. Sin embargo, los personajes son más
bien planos. Cuenta con un elenco internacional de actores que aunque
es atractivo, puede restar credibilidad, formado por el belga
Matthias Schoenaerts, la francesa Léa Seydoux, el británico Colin
Firth, los suecos Max von Sydow y Michael Nyqvist y el austriaco
Peter Simonischek. Presentado en el pasado festival de Toronto, el
film puede gustar a los aficionados de las propuestas de submarinos.
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