Después
de debutar en la dirección con “Vacaciones en el infierno”,
Adrian Grunberg se ha encargado de dirigir esta última entrega de
Rambo que se ha estrenado en cines. Tras haber vivido un infierno,
John Rambo se retira a su rancho familiar. Su descanso se ve
interrumpido por la desaparición de su ahijada tras cruzar la
frontera con México. El veterano de guerra emprende un peligroso
viaje en su búsqueda, enfrentándose a uno de los carteles más
despiadados de la zona. Así descubre que, tras la desaparición de
la chica, hay oculta una red de trata de blancas. Con sed de
venganza, deberá cumplir una última misión desplegando de nuevo
sus habilidades para el combate. Esta secuela de “John Rambo” de
2008 es un thriller violento que presenta México como un peligroso
país con violadores y asesinos, por lo que es fácil que se tache a
la cinta de xenófoba y que pueda gustar a D. Trump. Esta
coproducción estadounidense (con una parte española) está
protagonizada por un Sylvester Stallone, acompañado de la actriz
mexicana Adriana Barraza y los actores españoles Paz Vega y Sergio
Peris-Mencheta y Óscar Jaenada como villanos muy malos. Aunque nunca
fui seguidor del personaje de Rambo en sus films, esta última
entrega puede gustar a sus fans.
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