Un
estreno de cine europeo que podemos encontrar en salas es el dirigido
por Julien Rappeneau, que debutó con la estimable “Rosalie Blum”
y es hijo de Jean-Paul Rappeneau, cuyo film más conocido es “Cyrano
de Bergerac”. En el que nos ocupa, a Theo, apodado "Hormiga",
le gustaría dar algo de esperanza a su padre, Laurent, un gran
hombre solitario y desilusionado por la vida. La oportunidad llega
cuando Theo está a punto de ser fichado por un gran club de fútbol
inglés. Finalmente no es seleccionado porque es demasiado pequeño,
y el niño no tiene corazón para decepcionar a su padre, por lo que
opta por una mentira que va rápidamente a sobrepasarle. Esta es una
agradable comedia dramática familiar, una feel-good movie francesa
de buenos sentimientos que cuenta una emotiva relación
paterno-filial aunque con clichés y sin mucha profundidad. La
película está bien protagonizada por François Damiens (visto en
“Mi hija, mi hermana” y “Sácame de dudas”) y Maleaume Paquin
como padre e hijo en la ficción, acompañados de Ludivine Sagnier
(“Lola y sus hermanos”), André Dussolier (“Diplomacia”) y
Laetitia Dosch (“Bienvenida a Montparnasse”).
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