El cuerpo del deseo
Se ha estrenado en salas españolas el último trabajo de la coguionista y directora Inés María Barrionuevo, que debutó con “Atlántida” y su anterior título fue “Las motitos”. Procendente de la zona de la Plata, Camila se ve obligada a mudarse a Buenos Aires con su madre y su hermana menor cuando su abuela enferma gravemente. Deja atrás a sus amigos y una escuela secundaria pública liberal por una institución privada tradicional. En el nuevo colegio no es del todo bien recibida por su ideas liberales que de alguna manera se oponen al hermetismo del centro. Allí intentará ganar amigas para la causa y de paso redescubrirse a sí misma. El temperamento feroz pero prematuro de Camila se pone a prueba.
Es habitual que el cine de directoras cuente historias de iniciación a la madurez en la adolescencia, con títulos como el reciente “Libertad” de Clara Roquet”. La película argentina que nos ocupa encajaría en este patrón pero a lo largo del visionado apunta temas como el feminismo, el derecho al aborto, el acoso y abuso escolar y la diversidad sexual y también habla de la diferencia generacional entre madres e hijas. Además, es sintomático que estos jóvenes por una parte demuestren neutralidad política porque quizás creen que todos los políticos son iguales y no les representan pero por la otra, son activos en cuestiones sociales de género como la ola verde en Argentina. El largometraje es sobrio, transmite bien con realismo una generación actual adolescente desorientada en que los cuerpos parecen difuminarse y despiertan al deseo, sobre todo es sutil y elíptico en la realización y en los temas que apunta aunque es más explícito en la parte final. Cabe destacar el trabajo del reparto de actores liderado por la joven Nina Dziembrowsky (“Emilia”) como Camila en un registro misterioso y6 poco expresivo, la debutante Maite Valero como su compañera Clara, Adriana Ferrer como la madre de Camila, y ya que muestra personajes LGTBI, creo que no es casual la participación del actor (homosexual) Guillermo Pfening como el director del centro. Cabe añadir la acertada selección musical en que destaca el tema “Esta noche” de Sassy Girl.
El film se presentó el año pasado en la sección oficial del festival de San Sebastián (donde pudo haber sido premiado) y de Mar de Plata y merecería ser reconocido en los premios Sur del cine argentino. En definitiva, la verdad es que antes de verla, no sabía casi nada de la película y me ha gustado bastante.
Valoración: 7’5
Lo mejor: la labor de dirección, de guion y de los actores.
Lo peor: que su estreno en salas pase muy desapercibido.
A raíz del episodio de acoso que sufre en el vestuario del colegio y cuyo director deja pasar sin a final de curso, Camila aprende que la vida es injusta. El desenlace es esperanzador con la sororidad de las chicas manifestándose a favor del derecho a la libertad del cuerpo femenino en que participa también Clara después de tener miedo. El final queda abierto: Camila quería no continuar en el colegio y como personaje bisexual o que experimenta ha tenido relaciones en un trío.
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