El pasado fin de semana hubo varios estrenos en la cartelera española. Uno de ellos es el dirigido por Simon Sandquist, codirector de “Invisibles”. A Fiona, la encargada de un parque, le toca ocuparse de unos antiguos amigos de la escuela secundaria que han ganado una visita previa exclusiva de Halloween a un parque de atracciones, una noche entera, para ellos solos. Algodón de azúcar, palomitas de maíz y tiovivos se suceden unos detrás de otros, pero la diversión se convierte rápidamente en una auténtica pesadilla cuando se dan cuenta de que no están solos en el parque. Todos sus pecados del pasado vuelven cuando se dan cuenta de que solo haciéndoles frente podrán sobrevivir. La película sueca es un slasher de terror que tiene tópicos, incongruencias de guion, el ritmo es irregular, carece de tensión y resulta previsible. Aun así, para los incondicionales del subgénero, la propuesta puede ser medianamente entretenida.
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