A finales de diciembre pasado se estrenó en salas españolas el debut en el largometraje de Kantemir Bangalov. El año 1998 en Nalchik, una familia judía que vive en el Cáucaso ruso recibe un día una noticia terrible. El hijo más pequeño y su esposa no vuelven a casa, y a la mañana siguiente reciben una nota de secuestro. El rescate que piden es tan alto que la familia se ve obligada a vender su pequeño negocio y a buscar ayuda a su alrededor. Producido por la escuela de Alexander Sokurov ("El arca rusa") y con el título original de "Tesnota", este es un portentoso drama ruso sobre las relaciones familiares, el papel de la mujer, que también sirve como denuncia de la comunidad ruso-judía. Este es un film de violencia intenso, quizás esquemático en la narración pero atractivo visualmente; recuerda al cine de los hermanos Dardenne, se centra en las caras de los personajes y las dos horas de metraje son extenuantes. Está protagonizado por la estupenda joven Dharya Zhovnar, como la hermana del secuestrado. La película se presentó en la sección Un certain regard del festival de Cannes con buena recepción y ganó el premio a mejor cinta en el último certamen REC de Tarragona. Estamos ante una de las mejores y más sorprendentes óperas primas de 2017 junto con títulos como "Lady Macbeh" o nuestra "Verano 1993".
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