Un matrimonio japonés en los albores de la guerra
Kiyoshi Kurosawa tiene una filmografía con títulos como “Permiso para vivir”, “La senda de la serpiente”, “Tokyo sonata”, “Journey to the shore” y “To the ends of the Earth”. En el que nos ocupa que se ha estrenado en salas, en vísperas del estallido de la II Guerra Mundial. Yusaku es el director de una compañía comercial en Kobe (Japón), y está casado con Satoko. En un viaje a Manchuria durante 1940, Yusaku descubre un terrible secreto nacional. En nombre de la justicia decide hacerlo público, lo que le convierte al instante en un enemigo público. Sin embargo, Satoko asegura creerle y jura que estará a su lado independientemente de las consecuencias. Kurosawa coescribió y dirigió este film con el que deja a un lado el cine de género para abordar un notable thriller dramático de época que resulta sobrio, tiene un ritmo pausado, una lograda ambientación y colores apagados. La película habla de la ética del compromiso, presenta el arco evolutivo del personaje femenino principal y logra transmitir el horror de un país abocado al desastre sin utilizar instrumentos típicos del cine de terror. Además, en el aspecto del cine dentro del cine, utiliza el séptimo arte como juego de espejo y de engaño. Durante el metraje quizás le falte intensidad y me parezca una obra un poco fría pero hacia el desenlace está a la altura. Cabe destacar la actuación de la actriz Yu Aoi (“Killing”) como Satoko por encima de Issei Takahashi como Yusaku. El film ganó el premio a mejor director en la Mostra de Venecia del año pasado donde fue uno de los títulos más relevantes y puede hacer que se conozca un poco más el cine de Kurosawa.
Valoración: 7
Lo mejor: la atmósfera que desprende y el trabajo de la actriz protagonista.
Lo peor: puede resultar un poco fría al principio.
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