viernes, 17 de septiembre de 2021

Adiós, idiotas * * *



Una búsqueda a la francesa

El coguionista, director y actor Albert Dupontel ha realizado este largometraje después de las notables “9 meses… de condena” y “Nos vemos allá arriba”. Cuando Suze Trappet se entera a los 43 años de que está gravemente enferma, decide ir en busca del hijo al que se vio obligada a abandonar cuando ella tenía quince años. Su búsqueda administrativa le hará conocer a JB, un cincuentón en plena depresión, y al señor Blin, un archivero ciego con un entusiasmo impresionante. Los tres se embarcan en una búsqueda tan espectacular como improbable. 

La película francesa es una comedia negra dramática con dosis de intriga inspirada en el cine de Terry Gilliam (sobre todo el film “Brazil”), de Jacques Tati y del largometraje “Bonnie & Clyde”) como referencias, La cinta que nos ocupa arranca bien pero luego va perdiendo fuerza en su crítica a la sociedad tecnológica y se centra más en intentar emocionar sobre la relación materno-filial que me interesa más que la del personaje de JB.  Es una fábula bienintencionada que no parece muy profunda, intenta ser divertida y tiene un montaje frenético que ayuda a que resulte muy entretenida. Está bien interpretada por una estupenda Virgine Efira, el propio Dupontel y el veterano y genial Nicolas Marié (“Adopte un veuf”). 

Quizás por los efectos de la pandemia los franceses necesitaban una propuesta como esta, que fue un taquillazo en Francia y triunfó de manera un poco sobrevalorada en los premios César con siete premios incluyendo mejor película, director, actor secundario para Marié, guion original, fotografía, diseño de producción y el César de los estudiantes, de trece nominaciones incluyendo mejor actriz y actor principal, montaje, sonido y banda sonora original. Para mi gusto, hubieran merecido mayor reconocimiento los títulos “Las cosas que decimos, las cosas que hacemos” y “Verano del 85”.

Valoración: 6’5

Lo mejor: Efira y Marié y un par de golpes de efecto imprevisibles.

Lo peor: el final me parece un poco atropellado y no me convence mucho.

 


Suze no llega a conocer de manera cercana a su hijo aunque hablan por teléfono y es lograda la secuencia en el ascensor del edificio. Sin embargo, uno no deja de pensar por qué la madre no buscó antes a su hijo durante años y ha esperado a su enfermedad. Si bien Suze y JB tienen cosas en común y se ayudan mutuamente, no entiendo por qué de repente al final deciden enfrentarse a la policía y morir a lo “Bonnie & Clyde” cuando sólo se han dado un beso y la película no cuenta una historia de amor romántica.

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