Otro film comercial que se ha estrenado en cines es el coescrito y dirigido por Destin Cretton que cambia de género tras el notable “Las vidas de Grace”, “El castillo de cristal” y “Cuestión de justicia”. El que nos concierne es la adaptación cinematográfica basada en los cómics de Marvel, del héroe creado por Steve Englehart y Jim Starlin en 1973, un personaje mitad chino, mitad americano, cuyo característico estilo de combate mezclaba kung-fu, nunchacos y armas de fuego. Aunque en apariencia sea un aparcacoches de hotel sin ninguna ambición en la vida, Shaun guarda un secreto: su verdadero nombre es Shang-Chi, y es el heredero de un antiquísimo imperio criminal cuyo líder le quiere de vuelta. Dentro de la fase 4 del MCU tras “Viuda negra” y miniseries como “Bruja Escarlata y Vision” ha llegado esta cinta estadoundiense de acción fantástica también producida por Disney que combina el cine de superhéroes y las artes marciales de la cultura china, tiene su punto original, ampliando el universo cinematográfico y sabiendo que el mercado chino es muy importante. Al contrario de lo que pudiera parecer a priori sin ser fan de este tipo de género, el resultado es mejor de lo que me esperaba, es un inicio de un personaje mejor que el que fueron Capitán América y Thor. El reparto de actores está formado por un correcto Simu Liu como Shang Chi, su compañera Awkwafina, un destacado Tony Leung,y cuenta con los veteranos Ben Kingsley y Michelle Yeoh. Así pues, esta es una más que aceptable propuesta que pasa de las dos horas de metraje para pasar un buen rato sin grandes pretensiones.
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