Candyman * * *

Tras la ópera prima “Little Woods” y el cortometraje “Candyman: animated prequel” Nia DaCosta ha dirigido este largometraje coescrito y producido por Jordan Peele (“Nosotros”). Desde tiempos inmemoriales, los proyectos residenciales del barrio de Cabrini Green en Chicago se han visto amenazados por la historia de un supuesto asesino en serie con un gancho por mano al que se invoca fácilmente repitiendo su nombre cinco veces frente a un espejo. Hoy, una década después de que la última torre de Cabrini fuese derruída, el artista visual Anthony McCoy y su novia Brianna Cartwright, se mudan a un apartamento de lujo de un barrio ahora irreconocible, repleto de millennials y de personas que, por lo general, desconocen su oscuro pasado. Se trata de un remake del film “Candyman, el dominio de la mente” de Bernard Rose (1992). Esta es una aceptable cinta estadounidense de terror sobre activismo social, denuncia racial y el trauma y la resistencia de los negros que tiene un toque de sátira, resulta inquietante, es sangrienta,  destaca el diseño de producción y la potencia en el aspecto visual. La película está bien interpretada por Yahya Abdul-Mateen (“Todo el día y una noche”) como McCoy y Teyonah Parris (“Charm city kings”) como Cartwright. Así pues, la propuesta puede gustar quizás más a los que no hayan visto el anterior film o sus secuelas y ha sido mejor recibida por la crítica que por los espectadores.