Se ha reestrenado en salas españolas el debut en el largometraje de Emile Ardolino del año 1987 que luego dirigió “El cielo se equivocó” y “Sister act (Una monja de cuifdado”). En los años sesenta, Johnny Castle es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman es una aburrida e inocente adolescente de diecisiete años. Un verano ambos se conocen en el balneario donde él trabaja. Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen. La cinta estadounidense es un interesante drama romántico un poco mejor de los habituales sobre amores de juventud cuya historia no es novedosa pero posee cierta magia, resulta entretenida y la banda sonora es aceptable. Además, cuenta con recordados números de baile y correctas actuaciones de la pareja protagonista fomada por Patrick Swayze que luego reafirmó su estrellato en “Ghost” y “Le llaman Bodhi” y Jennifer Grey que en cambio no volvió a tener un éxito parecido a este. “Dirty dancing” fue la segunda película más taquillera de su año, ganó el premio Independent Spirit a mejor ópera prima, obtuvo el Globo de oro a mejor canción original y fue nominada a mejor película, actor y actriz de comedia o musical, ganó el Oscar a la mejor canción por la inolvidable “(I’ve had) the time of my life” y es uno de los títulos nostálgicos de los ochenta.
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