viernes, 24 de junio de 2022

Tenéis que venir a verla * * * *

 

La invitación de los amigos

Conecto con el cine del guionista y director Jonás Trueba y los anteriores títulos que he visto del director me parecen notables y tienen puntos en común entre ellos: “Todas las canciones hablan de mí”, “Los exiliados románticos”, “La reconquista” y “La virgen de agosto”. Después del extenso documental “Quién lo impide” el hijo de Fernando Trueba ha dirigido esta cinta española en que dos parejas de amigos formadas por Elena y Dani y Guille y Susana se reencuentran. Escuchan música, hablan, leen, comen, pasean, juegan al ping-pong... La película es un drama con toques de comedia en el límite después de un mediometraje al durar sólo 61 minutos que se puede dividir en dos partes mediante una elipsis: el invierno de 2020 y posteriormente seis meses después en verano. Es una propuesta de apariencia ligera y sencilla, con pocas localizaciones pero es precisa y transmite verosimilitud, apunta temas como las relaciones de pareja, cultivar la amistad, el aborto, la dicotomía entre vivir en el campo y la ciudad, de hecho, los personajes del cine de J. Trueba suelen ser urbanitas y esta vez una pareja va de visita a la casa de sus amigos en la sierra madrileña, y también habla de la generación de los treinta desorientada tras el confinamiento por la pandemia y en crisis de madurez. Es significativo el hecho de que los personajes a menudo estén separados por una mesa ya sea mientras comen o jugando al ping-pong, como que hay algo que les distancia. Además, utiliza como referencia el libro “Has de cambiar tu vida” de Peter Sloterdijk no como el típico manual de autoayuda sino para intentar hacer reflexionar al espectador sobre la sociedad capitalista en que vivimos. La película puede verse como una oda a los pequeños placeres de la vida como escuchar una pieza musical en directo, la lectura, viajar en tren, comer entre amigos y pasear en el campo. El director vuelve a contar con actores habituales como Itsaso Arana (pareja de Jonás y quizás el personaje más cercano a él) como Elena, Vito Sanz como su novio Dani en la ficción y Francesco Carril como Guille a los que hay que sumar la adecuada incorporación de Irene Escolar como Susana, la mujer de este. Hay que señalar la luminosa y realista fotografía a cargo del siempre eficiente Santiago Racaj. Así pues, la propuesta es una pequeña joya libre y singular, que se ha estrenado solamente en un cine por ciudad y que se presenta en julio en la sección oficial del festival de Karlovy Vary.

Valoración: 7

Lo mejor: es una propuesta diferente dentro del estilo del director.

Lo peor: no poder seguir más a los personajes.

 



De alguna manera, la pareja de Elena y Dani podría ser la de los mismos actores Itsaso Arana y Vito Sanz en el final del anterior film “La virgen de agosto”. Creo que la escapada al campo permite liberar a los personajes y hacia el final cuando Elena hace un pipí apartada y se ríe, se permite dejarse llevar por  el instinto y no por su intelecto. Las imágenes finales son del rodaje de la cinta con el equipo y se relacionan con el inisual tráiler realizado por un miembro. La película deja preguntas al espectador como si se mudara esa pareja al campo también o les irá bien en la casa a Guille y Susana. Quizás en un próximo proyecto del director veamos a los mismos actores en una especie de continuación, ya que el cine de Jonás está conectado entre sí. Por último, cabe apuntar que al principio asiste como público de la actuación musical Fernando Trueba y su esposa de espaldas a la cámara.

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