Después de debutar con el interesante film “Testigo” Thomas Kruithof ha coescrito y dirigido su segundo largometraje. Tras toda una trayectoria como alcaldesa de una ciudad cerca de París, Clémence afronta su mayor reto hasta el momento: presentarse como Ministra. Valiente y decidida, siempre se ha volcado con los más desfavorecidos para salvar a la ciudad de la pobreza y el desempleo junto con la ayuda de su fiel mano derecha Yazid, pero ahora, este nuevo cargo despertará en ella una ambición desconocida. ¿Será capaz de mantener su compromiso con los ciudadanos y su integridad política o acabará sucumbiendo al poder? La película francesa es un drama político sobre cuestiones como la integridad, la ambición y el poder que no profundiza mucho y deriva en un thriller de ritmo ágil que se queda un poco a medias como la ópera prima del director, aunque hay que reconocer la valía del cine del país vecino en realizar producciones en un contexto político. La cinta se beneficia de las buenas actuaciones de Isabelle Huppert como Clémence en su registro habitual de frialdad y Reda Kateb como Yazid, su compañero en uno de sus mejores papeles. El film se presentó el año pasado en la Mostra de Venecia y al mejos Kateb debió ser reconocido en los últimos premios César.
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