El fin de semana pasado se estrenaron varios títulos en la cartelera española. Uno de ellos es el debut en el largometraje coescrito y dirigido por Mounia Akl y con la guionista Clara Roquet (directora de “Libertad”). Los Badri han escapado de Beirut para construir su utopía particular lejos de la polución y la conflictividad de la gran urbe. Pero este oasis de resistencia al capitalismo global se ve amenazado por los avances de un vertedero cercano y las grietas internas dentro de la familia. Cuando se encuentran en su apartada casa lejos del ruido descubrirán que este a veces no es tan molesto comparado con los problemas que mantienen entre ellos. Esta coproducción libanesa es un estimable drama sobre una crisis familiar y tiene un aspecto reflexivo de conciencia ecológica. Es una película bien realizada en que destaca la fotografía y puede recordar a la exitosa “Alcarràs” de Carla Simón. El film está bien protagonizadop por la actriz y directora Nadine Labaki, se presentó el año pasado en festivales como el de Venecia, Toronto y obtuvo el premio especial del jurado en el de Sevilla.
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