Iciar Bollaín es una de las directoras
españolas más interesantes y su trayectoria de cine social se ha
convertido en muy coherente. Después de unos rodajes complicados
fuera de España en las estimables "También la lluvia",
rodada en Bolivia, "Katmandú, un espejo en el cielo" en
Nepal y el documental "En tierra extraña" sobre
extranjeros que trabajan en Edimburgo, Bollaín realiza una película
un poco menos difícil de rodar. Cuenta la historia de Alma, una
chica de veinte años que quiere mucho a su abuelo, que dejó de
hablar hace años. Cuando el hombre se niega también a comer, la
joven decide recuperar el árbol milenario que la familia vendió
contra su voluntad. Para hacerlo, necesita la ayuda de su tío y de
su amigo Rafa. A priori la historia puede parecer un poco simple o
hasta anecdótica pero en manos de Bollaín es más compleja de lo
que parece al hablar de las raíces de la familia, de las relaciones
entre distintas generaciones y del enfrentamiento entre los bienes
materiales y los sentimentales. La directora se preguntó por qué en
las carreteras hay muchas rotondas con olivos en el centro y a partir
de ahí, uno puede pensar en la dureza y esfuerzo del trabajo en el
campo y el filme muestra una historia como consecuencia del derroche
y el boom económico que vivió España hace años y la posterior
crisis (apuntada por ejemplo, en el personaje del tío de Alma,
víctima de la crisis). Algunos pueden considerar que la película
tiene buenas intenciones, un mensaje demasiado obvio y es muy
buenrollista. Aunque esté de acuerdo en parte, esto puede hacer que
sea más fácil de entender y accesible para el gran público. El
filme tiene una buena progresión dramática y consigue emocionar,
aunque la historia con el viaje a Alemania no parezca muy creíble.
También está muy bien interpretada. Algunos ya conocíamos a la
actriz Anna Castillo (vista en "Blog" o "Promoción
fantasma") pero con su papel de Alma da el salto definitivo a
nivel nacional, demuestra su valía como actriz y desde ya es firme
candidata al Goya revelación. Está acompañada por el notable
Javier Gutiérrez como el tío de la joven (pronto en "Assassin's
creed" de Justin Kurzel con Michael Fassbender y Marion
Cotillard), el desconocido Pep Ambrós como el amigo y Manuel Cucala
como el abuelo, actor no profesional que muestra su autenticidad.
Cabe apuntar que hay cierta ingenuidad de la protagonista que no ha
sido muy bien recibida pero creo que la directora quiere apuntar que
todavía quedan jóvenes con ideales y ofrece esperanza a un país
maltratado. En definitiva, tal vez podemos decir que "Flores de
otro jmundo" y "Te doy mis ojos" siguen siendo las
mejores películas de Bollaín, pero títulos como "Mataharis",
los citados al principio y este último demuestran el buen hacer de
la directora y "El olivo" viene a ser una de las películas
españolas más interesantes de lo que va de año.
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