Esta semana ha llegado a la cartelera un filme
esperado tras su paso por la sección oficial del festival de San
Sebastián el año pasado. Está dirigida por Ben Wheatley, un
director británico poco conocido pero que ya cuenta con filmes como
"Kill list", "Turistas" (premiado en el festival
de Sitges) y "A field in England". Wheatley realiza su
película más ambiciosa hasta la fecha y la que le ha dado más
notoriedad con esta adaptación de la novela homónima publicada por
J. G. Ballard a mediados de los años setenta. La historia cuenta la
llegada del arquitecto Robert Lang a la Torre Elysium, un gran
rascacielos en el que se desarrolla un mundo aparte, en el que la
sociedad ideal parece existir, pero el recién llegado se siente
perturbado si es posible que ese orden utópico no sea así
realmente. Este filme de ciencia-ficción podría incluirse en esa
moda de historias ambientadas en mundos distópicos que se han puesto
de moda en los últimos años como la saga "Divergente",
por ejemplo, pero va más allá. El rascacielos en "High-rise"
describe una sociedad en que en los pisos más bajos vive la gente
con menos recursos y en los más altos los más pudientes. La
película es fiel al espíritu de la compleja obra de Ballard en
tratar la idea de la ruina de un mundo sólido paulatinamente pero la
lleva a su terreno. Es una propuesta valiente, un thriller no al uso,
en el apartado visual es impresionante y consigue atraer e incomodar
a la vez al espectador, cosa que es intencionada. Sin embargo, es un
tanto irregular e incoherente, y acaba siendo superficial y un poco
desmedida. Está muy bien fotografiada por Laurie Rose, tiene una
buena banda sonora compuesta por Clint Mansell y el reparto de
actores es atractivo: protagonizada por el cada vez más ascendente
Tom Hiddleston, cuenta con el incombustible Jeremy Irons
(curiosamente esta semana también se ha estrenado "El hombre
que conocía el infinito"), Sienna Miller, Luke Evans, Elisabeth
Moss y James Purefoy. Quizás por su temática uno tenía muchas
expectativas creadas pero no es una gran película como para darle
más estrellas.
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