Después de la excelente ópera prima que supuso
"Eva", que demostró que en España también se podían
hacer buenas cintas de robots, y que fue premiada con tres premios
Goya, Kike Maíllo lo tenía difícil para hacer una segunda película
que estuviera a la altura. Quizás por eso ha realizado una propuesta
ambiciosa pero que no se parece a la anterior y se ha adentrado en el
thriller, un género que goza de buena salud en nuestro país. El
filme fue encargado de inaugurar el festival de Málaga y cuenta la
historia de dos hermanos que se reencuentran tras cinco años: uno,
al que llaman Toro, ha estado en la cárcel y tiene un permiso de
salida; el otro, López, tiene deudas con un mafioso, que secuestra a
la hija de López. Toro consigue liberarla y junto con su hermano y
la niña huyen en un viaje por Andalucía. La película está
ambientada en un sur de España lejos de los tópicos y quizás tenga
que ver en ello el hecho de que Rafael Cobos (guionista de la
premiada "La isla mínima" escriba el guión junto con
Fernando Navarro. Había cierta expectación sobre este filme de
Maíllo y el resultado es notable pero quizás se esperaba algo más.
La historia no aporta novedades en el género del thriller pero
reformula sus elementos llevados a nuestro país. en el aspecto
visual es potente y tiene influencias del cine surcoreano y, hacia el
final, del "Drive" de Winding Refn pero le falta más
personalidad. Por otra parte, cuenta con un atractivo reparto de
actores. El habitual Mario Casas demuestra su buen hacer de nuevo en
una cinta con escenas de acción y tiene un porte físico adecuado
pero sigo sin verle hacer un personaje con suficiente entidad
dramática. El cómico Dani Rovira dijo en la última gala de los
Goya que pedía un Goya para Mario Casas. El actor es muy taquillero
pero eso no tiene que ver con hacer un gran papel que, cuando llegue,
seguramente estará nominado. Hay muchos actores que hacen taquilla
pero eso a veces no tiene por qué ir unido a hacer una buena
interpretación, como por ejemplo actores de Hollywood como Nicholas
Cage, Bruce Willis o Jason Statham. Al lado del protagonista, está
Luis Tosar como su hermano en la ficción, que vuelve a demostrar su
buen hacer en este tipo de género y José Sacristán como un mafioso
y que solamente con su presencia ya convence. Además, Ingrid García
Jonsson interpreta a la novia de Toro y cuenta con José Manuel Poga
(visto en "Grupo 7"), que hace un buen papel. En
definitiva, esta es una de las películas españolas más
interesantes que podemos encontrar en la cartelera, aunque no sea
excelente.
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