No soy muy
seguidor de las comedias típicas españolas pero aprovechando la
Fiesta del cine, una tarde con algo de lluvia decidí pasar un buen
rato y ver la última película de la directora Inés París. Junto
con Daniela Fejerman dirigieron las comedias "A mi madre le
gustan las mujeres" y "Semen, una historia de amor"".
Después, mientras Fejerman ha probado el drama con "La
adopción", que se estrenó el año pasado, París siguió en la
comedia con "Miguel y William" y casi diez años después
estrena esta su siguiente película. El planteamiento es el
siguiente: Isabel es una actriz de cuarenta años que hace castings y
quiere sentirse valorada profesionalmente y tiene temor a envejecer
en una profesión en que parece que tienen más cabida las jóvenes.
La mujer, con un plan para llevar a cabo, decide preparar una cena
especial en su casa con su actual marido, Ángel, con quien tienen
una hija adoptada, que es guionista y Susana, la ex-mujer de ángel,
directora de cine. Quieren convencer al actor Diego Peretti para que
protagonice y coproduzca una película. Entonces llega el ex de
Isabel, Carlos, con quien tienen hijos y su novia Álex. No es fácil
hacer una buena comedia pero la directora lo consigue. Ambientada en
una casa con muchas habitaciones, algo adecuado aunque echo a medida
para este tipo de propuesta de enredo, con puertas que se abren y se
cierran, el filme tiene un marcado carácter teatral en que los
diálogos y los personajes son básicos. Los seis personajes
principales son importantes y es curioso como algunos de los actores
interpretan un registro inusual en él: Belén Rueda protagoniza por
primera vez una comedia en el cine y demuestra su versatilidad tras
hacer filmes de intriga, como una algo menos desequilibrada de lo que
parece actriz capaz de casi todo por conseguir un papel y Eduard
Fernández es un divertido neurótico con traje y pantalón de
pijama. A su lado, actores que ya han demostrado sus tablas en la
comedia como María Pujalte, bienvenida de nuevo al cine, como la
directora de cine que quiere controlarlo todo pero acaba desinhibida
con whisky en la mano, el veterano actor de comedias Diego Peretti
haciendo de sí mismo y Fele Martínez como el ex marido de Isabel.
Ante estos actores de solvencia contrastada, la sorpresa la da
Patricia Montero, que tras papeles en televisión, destaca como algo
más que una chica guapa en el papel de una joven más lista de lo
que parece y que es el contrapunto del personaje de Isabel. Estaría
bien que algunos de los intérpretes estuvieran presentes en próximos
premios. El filme juega con la realidad y la ficción dentro de
la película, la directora hace su mejor película con un homenaje al
teatro, al cine y a la importancia de las actrices con más
experiencia en una profesión en que sobre todo las mujeres son
objeto de crítica. Sin embargo, en algún momento el ritmo decae un
poco, como en el baile de Isabel y Peretti y el guión tiene puntos
mejorables, ya que no es muy creíble que un personaje salga de un
coche vivo tras una explosión y los hijos que iban a hacer una
salida al principio, vuelven al final y provocan un hecho. Aún así,
el filme es muy entretenido y resulta adecuado para pasar un rato
agradable. Es una de las comedias españolas más logradas de este
año, que quizá merezca más atención de la que tiene, y que obtuvo
el premio del público en el pasado festival de Málaga.
Valoración:
7
Lo
mejor: los equívocos de la trama y el trabajo de todos los actores.
Lo
peor: algún momento en que el ritmo decae.
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