El otro estreno británico
relevante de esta semana viene de la mano de Gavin Hood. La
trayectoria del director ha demostrado que es más interesante en
proyectos serios como la un poco discutible ganadora del Oscar
"Tsotsi", "Expediente Anwar" o el filme que nos
ocupa, que quizás sea el mejor que ha realizado, frente a propuestas
más lúdicas como "X-men orígenes: Lobezno" o "El
juego de Ender", que no cumplió con las expectativas. En
"Espías desde el cielo", la coronel Powell (Helen Mirren)
es una oficial de la inteligencia militar británica que lidera una
operación secreta para capturar a unos terroristas en Nairobi,
Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión
suicida, la coronel debe cambiar el plan de capturar por matar. El
piloto estadounidense de drones Watts (Aaron Paul) recibe la orden de
destruir el refugio donde están los terroristas pero una niña
aparece en la zona donde puede ser herida. Estamos ante un efectivo y
tenso thriller que nos muestra lo que sucede durante un crucial día
y que crea un dilema ético enfocado desde los diferentes puntos de
vista, algo que es de agradecer. Lo más interesante es ver el
aspecto burocrático de una guerra que se hace en los despachos. En
el plano técnico está a un gran nivel y los actores cumplen muy
bien su cometido: la gran dama del cine Helen Mirren, el malogrado
Alan Rickman en uno de sus últimos papeles y los más jóvenes Aaron
Paul y el sorprendente Barkhad Abdi, afortunadamente recuperado tras
ser nominado al Oscar por "Captain Phillips". Esta
excelente película quizás sea la mejor sobre la guerra moderna de
drones y sabe combinar un contenido serio para hacer pensar y el
entretenimiento para el gran público.
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