jueves, 13 de octubre de 2016

Tarde para la ira * * * *




En Madrid en agosto de 2007, Curro entra en prisión tras participar en el atraco de una joyería. Ocho años después sale de la cárcel con ganas de empezar una nueva vida con su novia de toda la vida Ana y su hijo, pero se encuentra con una situación inesperada y un desconocido, José, que le lleva a hacer un extraño viaje para saldar cuentas pendientes del pasado. El notable actor Raúl Arévalo debuta en el largometraje con este proyecto que le ha costado levantar algunos años, sin previo paso por el cortometraje. El actor ha aprendido de trabajos anteriores como "La isla mínima" para realizar este filme estructurado en capítulos al principio titulados "El bar", La familia" o "Ana" para seguir con "La ira" que ocupa la mayor parte del metraje. En los últimos años el género del thriller ha dado muchas satisfacciones al cine español, desde "Celda 211" hasta la citada película de Alberto Rodríguez. Lo que tiene de especial "Tarde para la ira" es que mantiene la tensión antes de los estallidos de violencia en esta historia de una gestación lenta de la ira y una venganza tardía, está emparentada con los thrillers de los años setenta, tiene ecos del western, la realización es seca e intensa y tiene una ambientación y una fotografía sucia acorde con la historia de unos personajes bien diseñados y que no pueden salir de su desdichado destino. En este sentido, los actores realizan estupendas interpretaciones, encabezados por Antonio de la Torre en un papel que recuerda al que hizo en "Caníbal" y Luis Callejo, en un personaje que es el contrapunto del de Jose, un hombre visceral. El triángulo lo completa Ruth Díaz, como una mujer atrapada, que fue premiada como mejor actriz en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia. Entre los secundarios cabe destacar sobre todo a Manolo Solo, que monopoliza una secuencia con su carismático personaje y Raúl Giménez como el hermano de Ana. Las actuaciones de Luis Callejo, Ruth Díaz y Manolo Solo pueden hacer que consigan ser reconocidos en materia de premios. Este año el thriller español vive un auge con títulos como "Cien años de perdón", "El hombre de las mil caras" o "Que Dios nos perdone". El debut de Raúl Arévalo se alza como uno de los mejores que ha dado el cine español reciente, por cómo está realizado y sus personajes para el recuerdo, así como en su día destacó la ópera prima de Agustín Díaz Yanes "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto".
Valoración: 9
Lo mejor: la tensión que ofrece y las actuaciones de los actores.

Lo peor: que pueda pasar desapercibida para el gran público. 


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