Además del excelente filme de animación
"El techo del mundo" ("Tout en haut du monde")
dirigido por Rémi Chayé, que ya destaquemos tras su paso por el
festival de Gijón y el certamen Animac de Lleida, y que obtuvo el
premio de la audiencia a la mejor película en el festival de Annecy,
podemos encontrar entre los estrenos de esta semana otro título
europeo, esta coproducción entre Suecia, Polonia y Francia de Magnus
von Horn, un director debutante sueco afincado en Polonia. El filme
cuenta la historia de John, un adolescente que ha pasado dos años en
un reformatorio y vuelve a casa con su padre con la intención de
retomar su vida. Sin embargo, el pasado del joven no se ha olvidado
en la pequeña localidad sueca. El chico se siente poco a poco
abandonado por sus antiguos amigos y las persona que quiere y pierde
la esperanza. Se produce una espiral de violencia que llega casi a un
linchamiento, mostrando la intransigencia de una sociedad que no está
preparada para el perdón. Incapaz de dejar atrás el pasado, John se
enfrenta a él. Este es un notable drama dirigido con sigilo y
sobriedad, que resulta intrigante. Cuestiona las posibilidades de
reinserción de un chaval y describe una condena social hacia el
protagonista que contribuye a que el marco en que se ambienta el
filme sea agobiante. Las escenas violentas son inesperadas, No se
utiliza la música y cuenta con una atractiva y austera fotografía a
cargo de Lukasz Zal, que fue nominado al Oscar por "Ida".
Galardonada con tres premios Guldbagge de la academia sueca
correspondientes a la mejor película, director y actor secundario
(Mats Blomgren), esta es una de las propuestas más interesantes que
se han estrenado y puede satisfacer a los que, como un servidor, les
gusta el cine nórdico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario